El cuidado de nuestra piel es parte de nuestro bienestar y debemos ser aún más estrictos durante el verano. Practicar el sun countouring, hacerse un tatuaje en pleno verano o usar los fotoprotectores del año pasado pueden producir problemas en nuestra piel como manchas, arrugas, flacidez o quemaduras.
El sun countouring es una técnica que consiste en proteger ciertas partes del rostro que se quieren resaltar, y dejar que el resto se queme para oscurecerlas, con el consiguiente riesgo para la piel a medio y largo plazo. Aunque ahora no nos damos cuenta, el ADN de la piel tiene memoria y las quemaduras que provocamos en la juventud nos pasarán factura con los años: lesiones celulares que aceleran el fotoenvejecimiento, aparición temprana de arrugas, manchas, flacidez…
Para proteger adecuadamente nuestra piel, debemos ser generosos a la hora de aplicarnos el protector solar. En el rostro (cara, cuello y escote), utilizaremos la cantidad equivalente a dos nueces; nueve en los hombros, la espalda, los brazos y piernas. La crema solar debemos aplicarla treinta minutos antes de exponernos al sol y mantenerla después de cada baño o cada dos horas de exposición al sol, tanto en la tumbona como realizando actividad física). Si además nos encontramos en una zona de montaña, debemos aplicar protección con más frecuencia.
En el caso de los fotoprotectores del año pasado, es recomendable apuntar al lado del PAO y de la fecha de caducidad el día en que se abrió el envase, para llevar un control del periodo en que aún será efectivo. Igual que el resto de los cosméticos, los solares también tienen fecha de caducidad. Debemos estar atentos al estado del producto, sobre todo si vemos que los componentes se han separado, cambiado de color, huele mar o presenta una textura con grumos.
Pieles con tendencia al acné. Si bien el sol y la sal tienen grandes beneficios para estas pieles, también tiene algunos negativos como la acumulación de radicales libres y grasa y la obstrucción de los poros. Por tanto, es muy importante que las pieles con acné utilicen cremas solares adecuadas y mantener una rutina de limpieza e hidratación diaria. La exposición al sol cuando se están tomando medicamentos puede provocar una reacción fototóxica adversa. En estos casos es recomendable no tomar el sol en las horas centrales del día y, si es posible, retrasar la toma del medicamento a la noche o después de la exposición al sol.
Durante el verano o el periodo de exposición al sol, debemos evitar hacernos un tattoo de varios colores. La zona tatuada debe protegerse con factor 50 como mínimo y reponerlo cada dos horas. En definitiva, a todos nos gusta el sol, es bueno para nuestra piel, para nuestro ánimo… pero en su justa medida. Si vamos a estar expuestos a él, hagámoslo adecuadamente.
Todo en exceso es malo, ¡Si tenemos que estar expuestos durante mucho tiempo o en las horas centrales del día, es imprescindible usar un SPF 50 y aplicarlo cada dos horas!
Cuida tu piel, si no te la proteges tú nadie podrá hacerlo.
Eres tú, mira por ti.
